jueves, 11 de julio de 2013

Lino Enea Spilimbergo, Maestro Entrañable del Arte Nacional

Spilimbergo, sensibilidad singular de la emoción humana

El genio, la inspiración y los sueños de Lino Claro Honorio Enea Spilimbergo nacieron en Buenos Aires el 12 de agosto de 1896, en el sensible barrio de Coghlan.

Bañistas

El artista de las obras aparentemente sencillas, que generan  una fuerte sensación de proximidad y al que el muralista mexicano David Siqueiros calificó como el mejor pintor del mundo, siendo apenas un niño viajó a Italia, país de donde eran originarios sus padres, allí contrajo una pulmonía cuya secuela más notoria fue el asma que lo acompañó a lo largo de su vida.

Nena azul

A los 14 años comenzó a trabajar primero como cadete y luego como telefonista. En 1912 ingresó a la Empresa Nacional de Correos y Telecomunicaciones y aunque este empleo nunca fue del agrado del artista, le sirvió para desarrollar paralelamente su actividad plástica.

Seres humildes

Por consejo médico en 1921 se traslada a la localidad sanjuanina de Desamparados en busca de un clima seco que le permita sobrellevar el asma, la empresa donde trabajaba se encargó de su traslado y es justamente en San Juan donde realiza su primera muestra individual. Permanece en esa provincia hasta 1924, año en que renuncia a su empleo.

Paisaje de San Juan

En 1925 viaja a Europa; en Italia estudia a los clásicos, poniendo especial atención en los frescos que luego trabajará en el muralismo. Allí adquirió cierta influencia renacentista: planteos austeros y sobrios con una solidez casi arquitectónica que llegó a plasmar en sus grabados, dibujos y, especialmente, pinturas.

Autorretrato, 1924

Entre 1926 y 1928 sigue los cursos en la Grande Chaumière por las mañanas y concurre por las tardes al taller de André Lhote en París. Exigente, se empapa también de la escuela postcubista y recibe influencias de Paul Cézanne.

Mujer con niño

De tal modo, Spilimbergo logra una muy personal síntesis de diversos estilos, en especial de lo clásico y lo moderno; al postimpresionismo de su primer período dominado por escenas costumbristas y paisajísticas pasa luego a un estudio cada vez más acentuado de la figura humana.

Comiendo - Momento feliz

En 1928 regresa a Argentina. En ciertos momentos se dedica a una temática social en cuyas obras las figuras son sólidas, monumentales, evocando la estética del mural incluso en el papel o en el lienzo. Son obras sorprendentes, de un inmenso valor histórico.

Mujer con mantón

Grandes óleos, grandes pasteles y varias joyas sobre papel o bastidor conforman un verdadero rosario de obras de arte.

Autorretrato, 1939

Por otra parte en el grabado efectuó síntesis lineales. También lo surreal y lo metafórico se encuentra en su acervo plástico. Junto a Berni, Castagnino y otros pintores contemporáneos, realizó los murales que adornan la cúpula de las Galerías Pacífico en el centro porteño.

Detalle cúpula de Galerías Pacífico

Al paso de los años, luego de pasear por Francia, Italia y Alemania, a Lino Enea Spilimbergo, los médicos le recomendaron no regresar a Europa, sino trasladarse a Unquillo, en la provincia de Córdoba, ya que su asma recrudecía. Necesitaba hacer una vida tranquila y sosegada.

Terracita, 1932

Hoy su Casa-Museo es el santuario obligado de todos los estudiantes de arte del país y es un verdadero centro cultural, con exposiciones permanentes de jóvenes artistas plásticos porque el ganador del Gran Premio de París en 1937, además de amar el arte con todas sus fuerzas, de una manera exigente y severa ejerció la docencia con gran dedicación y amor.

Terrazas frente al mar

El maestro de hermosos ojos verdes falleció en la preciosa casa centenaria en 1964. Su atelier de grandes ventanales, su caballete, su silla Thonet, sus fotografías ambientan cálidamente el lugar, y en el frente un cerezo orgulloso, evoca y honra en cada una de sus flores el espíritu del talentoso creador.

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