miércoles, 28 de septiembre de 2011

Desmanes Imperiales

El de Calígula no fue, ni mucho menos, el único gobierno en manos de un desequilibrado. Ocupar el trono imperial otorgaba omnipotencia e hizo despertar en algunos de sus sucesores sadismo, megalomanía, excentricidades varias y los más terribles desmanes. Las luchas por el poder provocaban muchas muertes e hicieron que fuera extraño llegar a la tumba por causas naturales.
Acompáñenme, para recorrer juntos este Histórico Pasaje del Terror.

Nerón, emperador durante 54-68 d.C. Comparte con Calígula el dudoso honor de ser uno de los peores emperadores romanos. Aunque no sólo tuvo sombras durante su existencia, gobernó de forma despótica y cruel y era muy temido por sus delirios y locura asesina.
Entre muchos otros, hizo matar a su hermanastro Británico, a su madre Agripina, a su esposa Octavia y fue culpable de la muerte de su segunda esposa, Popea, una intrigante que lo incitaba a cometer extravagancias. También ordenó asesinar al pretorio Burro, que fue quien guió su política exterior hasta 62 y a su preceptor Lucio Anneo Séneca. Confiscó los bienes de los senadores e impuso tasas desorbitadas para construir su palacio de oro.
Su vocación eran las artes y cuando se produjo el incendio de Roma (64) la leyenda cuenta que él la contemplaba tocando la lira; luego comenzó la persecución a los cristianos. Declarado enemigo público, fue condenado a flagelación hasta la muerte. Prefirió suicidarse.

Nerón

Vitelio, emperador el año 69, era un hombre astuto y de carácter adulador. Fue el mayor recaudador de impuestos de la historia de Roma y dejó las arcas con superávit obligando a pagar tributo hasta a bebés, ancianos e inválidos. Si no lograban reunir el dinero eran encarcelados y torturados durante una semana.
Déspota y vicioso, fue rebautizado como Vitelio el Glotón porque comer era su vida. Daba de tres a cuatro banquetes al día (más de 2000 peces y 7000 aves en cada uno, abundancia de vino y ostras al por mayor), y cuando quedaba saciado, para poder seguir comiendo, se introducía una pluma en la garganta; así se forzaba a vomitar. Mandaba a la flota imperial a rastrear el mar para encontrar nuevos ingredientes. Irónicamente cruel, mató a su madre de inanición.
Poco antes de ser ejecutado por la plebe, estaba comiendo sesos de alondra con miel. Fue colgado boca abajo, linchado y su cuerpo arrojado al Tíber.

Vitelio

Domiciano, emperador de 81 a 96. Siniestro, se hacía llamar "Señor y Dios Nuestro" y pretendía que los visitantes le besaran los pies. Persiguió a los filósofos estoicos y a los judíos y los mataba de forma particularmente cruel. Además adoraba cazar moscas, empalarlas con alfileres y luego arrancarles las alas. Por otro lado, controló la administración del imperio y combatió la corrupción lo que provocó una fuerte oposición. Entonces, paranoico de las conspiraciones, ordenó pulir los pilares de mármol de su palacio para que actuaran como espejo y pudiera ver si alguien quería apuñalarlo por detrás.
Se jactaba de impresionar a sus víctimas: antes de ejecutarlas las invitaba a un copioso banquete, del cual los futuros torturados salían encantados. Luego, les quemaba los genitales. Además de estas  monstruosidades dejó embarazada a su nieta, que murió al ser obligada a abortar. Murió asesinado por su séquito.

Domiciano

Cómodo, emperador de 180 a 192. Absolutista, despótico y cruel, fue el emperador que le hacía la vida imposible a Russell Crowe en "Gladiador".
Dejó los asuntos de estado en manos de terceros para dedicarse a combatir en el circo, actividad que disfrutaba mucho porque siempre salía victorioso ya que obligaba a sus contrincantes a emplear espadas de madera mientras que él bajaba a la arena pertrechado con espadas de verdad. Se vestía como el héroe mitológico Hércules y exhibía sus músculos. En una ocasión, y para mayor divertimento, blandió la famosa maza del héroe griego y golpeó hasta la muerte a lisiados que se arrastraban por las calles. Mandó a asesinar a su hermana y a miembros del Senado por miedo a posibles conspiraciones, reales o no. Fue estrangulado por su profesor de esgrima.

Cómodo

Heliogábalo, emperador de 218 a 222. Fue un adolescente disoluto llevado al trono a los 14 años de edad.  Sus excesos no tuvieron fin y como administrador fue un completo desastre. Nombrado sacerdote supremo del dios sirio del sol (del que adoptó su nombre) trajo de su Siria natal un culto fálico del que era febril devoto.
Su reinado se caracterizó por el libertinaje y la superstición y estaba siempre rodeado de magos. Él mismo sacrificaba rebaños enteros y luego danzaba vestido de mujer. Quería un hijo sagrado y, por ello, violó a una vestal. Pero su obsesión eran los hombres. Entre tantas multitudinarias orgías en palacio, al final se enamoró perdidamente de un esclavo llamado Hierocles. Entonces, ordenó otro casamiento, en el que Heliogábalo sería la mujer que se uniría al esclavo, pero esta grotesca pasión selló su destino: concibió la fantástica idea de abdicar en favor de su esclavo, con lo cual Hierocles se convertiría en emperador, mientras él, reinaría como emperatriz.
Las excentricidades de Heliogábalo, enfurecían cada vez más a los pretorianos y
este plan fue la gota que rebalsó la copa.
La propia guardia pretoriana lo ejecutó por orden de su abuela. Fue ahogado en excrementos, su cuerpo arrastrado por las calles y arrojado al Tíber con una piedra atada al cuello. Sólo tenía 18 años.

Heliogábalo

viernes, 23 de septiembre de 2011

Cara de Tramposo, Ojos de Atorrante

Cacho de Buenos Aires

La Voz de Buenos Aires, el cantor que guarda los misterios de la madrugada en sus ojos, no está pasando un buen momento. El Matador sigue desafiando mil tormentas.
Cacho Castaña, graba sus canciones como mariposas en el alma, escribe con el corazón. Sus letras a veces son caricias, otras, una fiesta y siempre un sentimiento.
Mítico rey de la noche e infatigable creador de joyas, contribuyó mucho a darle una segunda juventud al Tango. Simpatiquísimo y canchero, su ADN es 100% Buenos Aires. Su nombre es sinónimo de Calle Corrientes, asfalto y bandoneón y vive en el corazón de la gente por la emoción que plasma en sus canciones, porque nos interpreta como nadie y porque escucharlo nos hace sentir vivos pero, sobre todo, porque es un buen tipo. Gran traficante de ilusiones, nadie dice como él.  
Cacho, gracias por la magia. Sos el atorrante más entrañable.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

El Regreso del Hada Generosa

Ella es el Hada de los Cisnes y las Rosas

Tatatatáaan..! Suenen trompetas, los románticos irredentos ingresamos en ese prodigioso período del año en que los jacarandáes competirán con el cielo y las lilas alfombrarán los parques; el verde se convertirá en vergel y el horizonte nos envolverá en armónica ensoñación. 


El Hada de la Primavera regresa plena de pureza, mariposas y esplendor y, como si de un acto de magia se tratara, puntuales golondrinas surcarán el cielo turquesa cumpliendo el rito eterno de volver.
Radiante regresa hoy el hada generosa, destella en majestuosos cisnes y doradas rosas!

lunes, 19 de septiembre de 2011

La Revolución Francesa

La Libertad Guiando al Pueblo - Pintura de Eugène Delacroix

Fue la consecuencia de una serie de movimientos revolucionarios que se desarrollaron entre 1789 y 1799 y fue el símbolo de un turbulento proceso que cambió la historia de Francia y del mundo.
Alrededor de 1780 Francia entró en crisis. Las deudas contraídas en un siglo de guerras la habían llevado al borde de la bancarrota. La humillante derrota francesa por los británicos en la Guerra de los Siete Años (1756-63) con la pérdida de las colonias norteamericanas motivaron la guerra de la independencia estadounidense. Para eso se situó la reforma fiscal en el primer punto de la agenda política. Los intentos de reforma económica de Luis XVI fueron obstaculizados por los nobles, que lo obligaron a convocar los Estados Generales, un parlamento compuesto por los tres estamentos que no se había reunido en 175 años. Cuando en mayo de 1789 se reunieron en Versalles, el mayoritario Tercer Estado (burguesía y campesinado) exigió tener más peso en las votaciones. Al ser rechazada su petición se escindió y formó la Asamblea Nacional, junto con algunos nobles y clérigos simpatizantes. El 20 de junio se les impidió el acceso a palacio, por lo que se reunieron en una cancha de juego de pelota donde juraron "no separarse jamás hasta que la constitución sea aprobada".
El 11 de julio fue destituido el popular Ministro de Hacienda Jacques Necker, lo que unido a la concentración de tropas en las afueras de París desató el nerviosismo ante los rumores de represión real. Tras varios días de disturbios, la toma de la Bastilla el 14 de julio supuso un golpe mortal para las opresoras fuerzas del Ancien Régime, situando a París y al enfervorizado vulgo en el epicentro de los acontecimientos. La revuelta terminó por extenderse al campo, donde los rumores infundados provocaron el "Gran Miedo": los campesinos atacaban a sus señores, prendiendo fuego a sus castillos.
El 4 de agosto, los diputados de la Asamblea Nacional votaron a favor de abolir los privilegios feudales.
El 26 de agosto se proclamó la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, el legado más duradero de la Revolución Francesa y aunque en principio no recogió Los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, su repercusión internacional la convirtió en la base de las constituciones de muchos países y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU de 1948. El 5 de octubre, las mujeres parisinas, hartas de la miseria extrema y de la pasividad del rey, marcharon sobre Versalles y obligaron al monarca a trasladarse a París para controlarlo más de cerca. Además, entre 1789 y 1791, la Asamblea Nacional promulgó la división de Francia en 83 departamentos, desamortización de las tierras de la Iglesia y sometimiento del clero al estado mediante un juramento civil. Esta última medida dividió a la Iglesia y apartó al campesinado más conservador sembrando la simiente de la contrarrevolución. La nueva constitución evidenció la desconfianza de la Asamblea Nacional en las masas al dividir a la población en ciudadanos activos (con derecho a voto según sus ingresos) y pasivos (sin derecho a voto). En esta época surgieron clubes o sociedades políticas, como los cordeliers o los jacobinos, que trataron de ejercer presión sobre la Asamblea. Los jacobinos fueron el primer "partido" político verdadero. En junio de 1791, el rey trató de huir al extranjero, pero fue detenido en Varennes. Este hecho resultó clave, ya que el pueblo perdió toda confianza en su monarca. En abril de 1792, una nueva Asamblea declaró la guerra a Prusia y a Austria, tratando de distraer la atención de los problemas internos. Mientras saludaba la revolución, el rey conspiraba en secreto, confiado en que una derrota francesa restauraría su situación.
Una serie de derrotas desataron el pánico en París. Un manifiesto prusiano, que amenazaba al pueblo francés en caso que se le causara daño a Luis, exaltó a los radicales, que el 20 de agosto asaltaron las Tullerías y depusieron al rey. Al mismo tiempo, una comuna revolucionaria se hizo cargo de la ciudad y alentó la matanza de 1200 prisioneros "contrarrevolucionarios" que provocó la repulsa internacional.
Una tercera Asamblea (la Convención), más radical, fue elegida por votación, mientras que la victoria de Valmy el 20 de septiembre logró restaurar la confianza nacional. Al día siguiente, la Convención proclamó la República.
En enero de 1793, Luis XVI fue condenado por "el crimen de ser rey". Su ejecución en la guillotina conmocionó a toda Europa. Una vez más Francia se vio amenazada por la invasión, y la nación se militarizó. Para afrontar las nuevas campañas, financiadas por el botín capturado en los países "liberados", se confió en el fervor revolucionario de los ejércitos de ciudadanos y en el reclutamiento.
Esta leva en masa desencadenó un feroz estallido contrarrevolucioanrio en Vendée y en Bretaña donde las atrocidades de ambos bandos fueron moneda corriente. El gobierno, debiendo hacer frente a los crecientes problemas militares y económicos, decidió fundar el Tribunal Revolucionario para impartir justicia inmediata, y el Comité de Salvación Pública para centralizar el poder. Al mismo tiempo, los conflictos en el seno de la Convención se resolvieron con la asunción del poder por los jacobinos y la expulsión de los girondinos. Bajo el liderazgo de Robespierre, los jacobinos trataron de crear una nueva "República de la Virtud". "Ciudadano" pasó a ser el apelativo común, algunas ciudades cambiaron de nombre y se reformó el sistema educativo. El 5 de septiembre de 1793 se declaró la guerra a los sospechosos de simpatizar con la contrarrevolución, creando un peligroso clima de delaciones y justicia inmediata. El 16 de octubre de 1793 pocos lloraron la ejecución de María Antonieta. Profundamente impopular, fue declarada culpable de traición por el Tribunal Revolucionario. En tan sólo 10 meses fueron ejecutados 20000 "enemigos de la Revolución". La victoria militar sobre Austria en junio de 1794 relajó la presión, pero no se interrumpió el flujo diario de decapitaciones. Finalmente Robespierre y sus partidarios fueron derrocados por los aterrados diputados, causando  una violenta reacción antijacobina (el "Terror Blanco") y la vuelta a políticas más moderadas. En 1795, el Comité de Salvación Pública fue sustituido por un Directorio de cinco miembros. La tensión entre realistas y radicales se acrecentó hasta el punto de tenerse que anular dos elecciones. En 1799, un golpe de Estado elevó al poder a Napoleón Bonaparte, coronado emperador de Francia cinco años más tarde.


jueves, 15 de septiembre de 2011

Calígula, el Emperador Sanguinario

Busto de Calígula. Museo del Louvre

Emperador romano entre 37 a 41 d.C., su verdadero nombre era Cayo Julio César Augusto Germánico y fue tristemente célebre por las  espeluznantes atrocidades  que cometió en sólo cuatro años al frente del Imperio Romano.
El hijo del adorado general Germánico y de Agripina la Mayor, al ser nombrado emperador, después de algunos meses de gobierno y a causa de una enfermedad, se transformó en un déspota arbitrario y ejerció un gobierno del terror.
El 16 de marzo de 37, creyendo que el pérfido Tiberio había muerto luego de una noche de alcohol y sexo, el ejército se dispuso a rendir honores imperiales al joven Calígula. Sin embargo, Tiberio despertó. Pero el recién nombrado emperador no estaba dispuesto a renunciar a su flamante cargo: ordenó asfixiar a Tiberio en su lecho.
El 18 de marzo de 37, Calígula, de 25 años, ocupó oficialmente el palacio del Palatino y respondió con creces a las felices expectativas que Roma había puesto en él.
Frente a las masacres de Tiberio, el joven emperador abolió las purgas por conspiración y liberó a los presos políticos. Recortó impuestos y otorgó generosas subvenciones. Las cuentas del Imperio se mostraron en público como en los tiempos de Augusto y el circo albergó nuevos espectáculos.
Pero la bonanza sólo duró seis meses. En octubre de 37 Calígula cayó presa de una extraña enfermedad. Tras una convalescencia de uno o dos meses volvió a su actividad, pero ya no era el mismo: emergió como un hombre desconfiado, cruel y sádico.
Lo que la plebe no sabía era de sus pulsiones maléficas anteriores; desde su adolescencia mantenía relaciones sexuales con sus tres hermanas, se apasionaba contemplando ejecuciones y por la noche se colocaba una peluca y salía a recorrer la villa para entregarse a los más depravados placeres.
Esto sólo lo conocía Tiberio, quien lo tuvo bajo su estricta vigilancia desde los 18 años y le gustaba decir que "criaba una hidra para el pueblo romano".
Luego de aquella misteriosa enfermedad -se cree que se trató de una encefalitis-, Calígula empezó a imponer leyes absurdas y Roma quedó presa de los designios de un sádico.
En su imperio del terror, morir debía resultar un alivio. Calígula utilizaba su crueldad para perpetuarse en el poder: "Que me odien con tal de que me teman", decía.
El dispendio de la casa imperial era enorme, y en tan sólo un año de gobierno dilapidó el tesoro público que había acumulado el tacaño Tiberio. Entonces Calígula tuvo que forzar la maquinaria recaudatoria. Subió impuestos, creó otros nuevos como el que debían pagar las prostitutas. Abrió un burdel en el Palatino, subastó los puestos de sacerdote de su propio templo al mejor postor y obligó a los ricos a que lo incluyeran en su testamento y luego los hacía matar.
Centenares de ciudadanos ilustres y senadores acabaron condenados a trabajar en las minas o en las calzadas.
Los romanos acostumbraban divinizar a los emperadores muertos, sin embargo Calígula prefirió no esperar a morir y que otros decidieran si merecía ese honor: él mismo mandó a construir un templo donde situó una estatua de oro con su imagen, que cada día era vestida con una copia exacta de su atuendo.
Sus impulsos sexuales siempre eran satisfechos y tampoco los hombres quedaban a salvo de su lujuria.
En el año 38 se casó con el amor de su vida: su hermana Drusila. Un rumor que corrió por Roma decía que Drusila quedó embarazada y que Calígula, ansioso por ver a su retoño, la abrió en canal y le extrajo el feto.
Como vemos, esta mezcla de dios y monstruo cometió espeluznantes atrocidades en sus casi cuatro de Imperator. Muchas son las extravagancias y el odio que despertó en todos los órdenes.
El historiador Suetonio cuenta algunos hechos que protagonizó:
Durante la inauguración de un puente en Pozzuolli invitó a los asistentes a subir a su barco para contemplar mejor su gran obra, pero era una trampa. Los tiró por la borda y apaleó a los que intentaban subir de nuevo.
Se divertía mucho con la reacción de esposas y amantes cuando les susurraba al oído mientras les besaba el cuello: "Una cabeza tan bella será arrancada en cuanto lo ordene".
En ciertas ocasiones le gustaba lucir una barba de oro, con un tridente en la mano, como un dios. Otras veces se vestía con ropas femeninas representando a la diosa Venus, y siempre cargado de piedras preciosas. En una oportunidad invitó al rey de Mauritania, su primo Ptolomeo, al circo de Roma; pero lo mandó ejecutar porque la capa púrpura de éste había eclipsado su propio vestuario.
Asistir a sus banquetes suponía un auténtico desafío, pues le gustaba contemplar las torturas durante o después de la comida. En una ocasión hizo pasear entre los comensales a un esclavo con las manos cortadas y colgadas al cuello.
Un día en el circo podía convertirse en una tortura. Cuando el sol pegaba más fuerte, ordenaba quitar los toldos. Hacía salir a las fieras más escuálidas y a gladiadores viejos. Las puertas se cerraban y nadie podía salir. También le gustaba lanzar regalos a la plebe y que cayeran sobre los asientos de los senadores, así podía divertirse con las avalanchas que se producían.
Así, cada día era un baño de sangre. Al único que le perdonó la vida fue a su anciano tío Claudio, hermano del heroico Germánico. El cruel emperador no lo había liquidado porque su pasatiempo favorito era reírse de él, de su renguera y tartamudez.
Cuando el 24 de enero de 41 corrió el rumor por Roma de que el emperador había muerto, nadie lo creyó. Contaba con sólo 29 años y ésta parecía ser otra de sus bromas macabras. Los romanos creyeron que los estaba poniendo a prueba para comprobar quién lo lloraría o quién se alegraría con su muerte.
El terror se volvió a apoderar de los ciudadanos, si no mostraban una desconsolada pena serían sometidos a tortura.
Pero pasadas unas horas una feliz histeria los embargó: en plena celebración de los Juegos Palatinos una conjura de pretorianos (guardia imperial creada por Augusto) acabó con él en los pasillos de palacio.
Confirmada la buena nueva, los ciudadanos, presos de loca alegría, buscaron por toda la ciudad los bustos del emperador sanguinario que les había robado sus herencias, fijado tasas absurdas para costear sus caprichos, violado a sus mujeres, torturado y matado cruelmente por nimiedades, tratando de borrar los tres años, diez meses y ocho días que estuvo al frente del Imperio un malvado desequilibrado que lamentablemente inspiró a algunos de sus sucesores.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Un Premio de Película


Por venir de un amigo cinéfilo recibo tal como en la ceremonia del Oscar el Premio a la Amistad Bloguera. Me lo envía Atticus, joven aficionado al cine que con excelente música de película, y de manera muy amena y entretenida, comparte su homenaje a aquellos filmes que por un motivo u otro marcaron un momento en nuestra vida. A mí me encanta su estilo, asi que lo recibo con alegría y lo comparto con todos quienes deseen llevarse este agradable detalle a su blog.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Los Mayas y la Profecía del Fin del Mundo


Profecías apocalípticas de todo tipo circulan por internet vaticinando que el Viernes 21 de diciembre de 2012 se acabaría el mundo, pero ¿cuál es el origen de estas inquietantes predicciones?
Parece ser que estos mensajes legendarios se originaron en reuniones iniciáticas de ancianos mayas, alrededor del año 900. Todo se transmitió de boca a oídos y quedó registrado en la tradición oral, de generación en generación. Como todo conocimiento iniciático, no debía darse a conocer públicamente pero el mito comenzó a difundirse en publicaciones esotéricas en los años setenta.
Los mayas eran excelentes matemáticos, astrónomos y astrólogos, grandes observadores de los cielos que hicieron cálculos fantásticos y representan un verdadero rompecabezas hasta para arqueólogos y científicos. En esas observaciones basaron sus profecías. Después de la misteriosa desaparición de los mayas en el año 830 se establecieron los lineamientos para rescatar ese conocimiento.
Lejos de interpretaciones apocalípticas, en realidad el 21 de diciembre de 2012 finalizaría la llamada "cuenta larga" en el calendario maya. Ese día concluye el ciclo de trece baktunes (unidad temporal que equivale a 144 mil días del calendario solar), lo que equivale a 1.877.000 días, que se inició en el año 3114 antes de Cristo. A partir de ese entonces se iniciaría una nueva era (los mayas siempre celebraban los finales de período como hoy festejamos los aniversarios), pero ninguno de los textos habla de cataclismos o grandes desastres naturales sino, más bien, preanuncian un cambio positivo de paradigma. Esperemos que así sea.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Machu Picchu, Enigmática Ciudadela Sagrada

Impactante Machu Picchu

En las profundidades de los Andes yacen misteriosas ruinas... entre la intensa vegetación aparecen impactantes construcciones de piedra. En medio de un paisaje infinito de selvas y montañas hace su aparición uno de los complejos arqueológicos más importantes del mundo: el Machu Picchu, joya del Perú descubierta en 1911 por el estadounidense Hiram Bingham, un profesor de Historia que luego sería considerado expoliador de más de 50 mil piezas arqueológicas. Machu Picchu ("Montaña Vieja") fue construida por una de las civilizaciones más enigmáticas que alcanzó el poder en América: Los Incas.
La edificación fue construida en el siglo XV durante el gobierno del Inca Pachacútec (1438-1471). En este período el imperio del Tahuantinsuyo ya había logrado su máxima extensión: 1.800.000 Km2, pero 100 años después tuvo que ser abandonada debido a la conquista del país por los españoles. El imperio se desintegró y sin ningún sistema de escritura, se fue sin dejar registro de Machu Picchu y dado que los españoles nunca descubrieron el lugar, sus archivos tampoco ofrecieron datos de la mítica ciudad inca.
Los arqueólogos todavía no se ponen de acuerdo acerca de la finalidad de la ciudadela sagrada. Debaten si era una fortaleza oculta, el refugio del héroe nacional inca Manco Cápac ya que no hubo indicación alguna de por qué fue construida en ese lugar o cómo vivían allí, pero se cree que puede haber sido un centro administrativo, morada especial para la nobleza y sede de rituales dirigidos a rendir culto a los apus y otras deidades.


La entrada a la antigua ciudadela se llama Inti Punku o Puerta del Sol. Allí, donde todo es verde, hay múltiples terrazas escalonadas y se destacan la Roca Funeraria utilizada en los rituales, el Templo del Sol, el Mausoleo Real y la Plaza Sagrada.
El espectáculo es sublime, el paisaje de las ruinas parece flotar en medio de la inmensidad.
Cien años después de revelarse frente a los ojos del mundo, Machu Picchu aún sorprende por la tecnología aplicada en sus construcciones.
La ciudad fortificada dominaba un precipicio de 500 metros en cada una de sus vertientes, y en el recinto enmarcado por las murallas existían más de 150 edificaciones que, debido a la naturaleza escarpada del terreno, se comunicaban entre sí por medio de escaleras.


Además la ingeniería inca evitó construir sobre fallas geológicas y consiguieron combatir la aridez de la costa peruana mediante un sofisticado sistema de drenaje.
La fantástica ciudadela sagrada de los Incas -ubicada en el sur de Perú- maravilla por su deslumbrante belleza; es el lugar más legendario de Sudamérica y es Patrimonio de la Humanidad.